espacio cerrado en el que los calentadores emiten ondas de radiación térmica que impactan de forma directa a la piel. La temperatura del aire no cumple valores tan altos como los de la sauna finlandesa, que suelen estar entre los 80 y los 90 grados, pero no suele superar los 50. Esta es una de las razones por las que es apta para personas mayores.
La radiación infrarroja es totalmente segura y una de sus principales ventajas es que consume hasta tres veces menos electricidad que una sauna tradicional. Además incluye funciones adicionales como radio-CD, conexión USB y cromoterapia, que es la estimulación a través de haces de luz de colores.