Acción de tratar un material para que sus cualidades permanezcan inalterables contra el ataque de agentes externos que puedan causar daños estéticos o estructurales. Para seleccionar el producto adecuado hay que prestar atención las características de la superficie que se quiere conservar y el tipo de agresión a la que está expuesta.
Para superficies metálicas, tratamientos con pinturas antioxidantes o barnices anticorrosivos. En el caso de la madera, se usan productos antimoho y anticarcoma. Para paredes de mampostería, se usan pinturas. contra la humedad y anticondensación.