Es un elemento de metal que consta de una parte más ancha o cabeza y otra alargada, con forma de rosca. Se utiliza para adjuntar placas de cubierta al soporte o estructura. Dicho soporte puede ser de metal, madera, hormigón o cemento, y para cada una de estas superficies se tornillo de tapa específico. Su instalación necesita un destornillador manual, una llave inglesa o un destornillador mecánico. Si se fija un techo corrugado, debe atornillarse en la parte más alta de la ola.
El tornillo de la tapa debe complementarse, si no está incluido, con una junta de goma para eludir fugas de agua del exterior La junta es una arandela de goma, insertada en el perno roscado, que se apoya contra la cabeza. Ciertos modelos disponen la cabeza, que es la parte que queda a la vista, del mismo color que la placa a la que se pretende fijar. dar uniformidad al sistema de cubierta.