Es un líquido denso altamente inflamable el cual está elaborado a base de parafina, lo que posibilita un rápido encendido. Al mismo tiempo, no desprende olores y produce muy poco humo.
Se utiliza para encender fuegos en chimeneas o barbacoas con leña o carbón, así como para revivirlo y mantenerlo encendido. Al ser un líquido denso, posibilita controlar su dosis y evita posibles salpicaduras. En el caso de las chimeneas, se colocan unas astillas o leña no muy gruesa en forma de pirámide, se rocían con el líquido y se encienden. Para una barbacoa, se rocía el carbón con el líquido y se enciende. Pasados uno o dos minutos, se añade un poco más de leña o carbón sin tapar la llama.