Es un recipiente en forma de vidrio o botella transparente, cerrado en la parte superior por una cabeza roscada de metal de 1 pulgada. En su interior se pone un cartucho de sedimentos de polipropileno que retiene la tierra, el lodo y las partículas en suspensión en el agua, mayores de cincuenta micras.
Solía hacerlo filtrar agua bebible domestica, eludiendo incrustaciones en grifos y electrodomésticos. Se instala en la cañería de entrada a la residencia. Se aconseja mudar el cartucho de año en año, en dependencia de la cantidad de agua de entrada, y el vaso cada cinco años.