Es un grifo que posibilita regular la salida del agua de la ducha a temperatura constante, inclusive con cambios de presión, contribuyendo al ahorro de agua y energía.
Consta de dos mandos. En uno, el flujo de agua se regula cuando se abre el grifo. Hay modelos que disponen topes intermedios con un caudal preestablecido. El otro control regula la temperatura.
Regularmente disponen una temperatura de uso preestablecida de 38º, que se cambia fácilmente en unos grados más o menos. La temperatura estándar, en muchos modelos indicada con una marca roja, suele tener un tope de seguridad, para evitar temperaturas más altas accidentales, y evitar sorpresas o quemaduras. Este control además se puede utilizar y ajustar cuando se está usando el grifo.