es la acción de aplicar una solución sintética en polvo, vapor o gas para la erradicación de plagas. Cuando un insecto aparece con demasiada frecuencia en el propio hábitat o en espacios comunes hasta el punto de perturbar o afectar la salud de los habitantes, es el momento de fumigar.
se lleva a cabo con aerosoles y sprays en el caso de espacios reducidos y con fumigadores y aviones profesionales en grandes superficies, gestionados por personal cualificado.