Herramienta imprescindible en todo taller o caja de herramientas de bricolaje y siempre necesaria en la casa. Se utiliza para medir distancias de una instalación, altura de niveles, zócalos, para medir puertas, mesas, tubos a cortar, piezas de madera, etc. Consta de una caja o cartucho donde se aloja la cinta métrica, que se enrollada. Suele tener un freno de retención, para trabajar con mayor facilidad. Un botón desbloquea el retenedor para realizar más mediciones o rebobinar.
La cinta métrica es metálica, ligeramente curvada y flexible. En el extremo está provisto de un gancho metálico para sujetar a la pieza a medir. Este gancho queda ligeramente suelto, lo que facilita las medidas tanto en el exterior como en el interior, a modo de ejemplo dentro de cajones o dentro de un armario, o debajo de un suelo. Este retenedor en algunos modelos está imantado, lo que facilita las medidas en muebles o zonas metálicas. Los hay de varios tamaños, los más habituales de 3 a 8 metros. Un flexómetro muy útil es el de 5 metros.