Es la técnica por la cual un líquido se extrae de una superficie a través de un conducto u orificio, sin ningún tipo de empuje o absorción, usando únicamente la fuerza de la gravedad. Está formado por conductos de drenaje específicos, piedras o grava para evitar la acumulación o retención de agua en determinadas zonas del terreno. La captación y derivación del agua de forma directa al suelo se realiza a través de un tubo de desagüe; Se trata de un tubo semirrígido poroso en el que el agua entra por filtración y es desviada al sistema de drenaje de la casa. Si no existe un sistema de drenaje, el agua debe ser desviada a una distancia suficiente para que no afecte las estructuras. La tubería de drenaje debe mantener la pendiente necesaria, estar protegida por una malla geotextil y empotrada en un lecho de grava limpia con un espesor mínimo de 3-6 mm.
Es frecuente hallar una salida a drenaje en el fondo de cualquier electrodoméstico o recipiente por los que circula el agua, como aires acondicionados, termos eléctricos o sistemas de ósmosis. Los tanques de agua o macetas además disponen una salida para que el agua pueda drenar.