Se entiende por desnivel la caída o pendiente que deben tener todas las instalaciones de evacuación de la vivienda. Lo frecuente es un desnivel de al menos un 3% en todas las tuberías que van desde el lavabo, el bidé y la bañera hasta el sifón. Y además en el tubo de salida de esta botella hacia el desagüe general de la instalación.
La tubería de drenaje del inodoro además debe tener una pendiente. Este desnivel general evita la retención de aguas residuales y posibilita realizar correctamente la evacuación.
Todas las plantas perimetrales de la vivienda deberán tener, al mismo tiempo, al menos un 2% de desnivel, para que el agua de lluvia no quede retenida y se derrame en los correspondientes canales o rejillas y arquetas.
En la cubierta, las pendientes son más pronunciadas, según el tipo de teja o material de revestimiento y la zona climática, con más o menos lluvias y más o menos nevadas. El Código Técnico de la Edificación (CTE) establece las pendientes mínimas. En cubierta de teja curva se marca mínimamente un 32%.
El número siempre se refiere a la pendiente por metro lineal. Así, si la pendiente tiene que ser del 3% y se hace un canal de 4 metros, la diferencia de nivel entre un extremo y el otro debe ser de 12 cm.