Es un producto líquido y transparente que tiene como finalidad evitar el lijado antes de pintar. Está compuesto por diferentes materiales que disponen el poder de desengrasar y empañar una superficie. De esta forma ayuda a quitar el brillo de lacas o barnices ya crear una buena adherencia.
Para su aplicación se frota la superficie con un paño empapado en el producto y se deja actuar durante treinta minutos, sin exceder las 48 horas. Posteriormente se retiran los restos del producto con un paño seco, de forma que la superficie está preparada para volver a pintar. Se recomienda el uso de pinturas acrílicas o de glicerina.