es el acto de procesar objetos para reducir su tamaño, ya sea desmenuzando, partiendo o moliendo la materia sólida sin transformarla en polvo. Sus usos más frecuentes contemplan la mejora del almacenaje, la creación de compost para jardines o la supresión de restos sanitarios.
El compostaje se consigue a través de una biotrituradora, eléctricos o de gasolina, que pueden trabajar a velocidades de tres mil doscientos revoluciones por minuto. Destroza por un instante hojas, ramas y leños con grandes cuchillas de acero. Por su lado, el sanitario deja el montaje de aseos o cocinas en lugares no dispuestos para esto. Adosado a un inodoro o lavatorio, su agua puede ser evacuada a través de un bajante sin efectuar obra alguna, filtrando los restos en finas partículas a través del agua.