es un factor de plástico cónico que tiene un tornillo en el centro. En general se instala en dos medidas, cuarenta y sesenta mm, y se escoge dependiendo del ancho de la contraventana. Para persianas de menos de uno con cinco m, se prefiere el máximo de cuarenta mm, al tiempo que el máximo de sesenta mm es para medidas anchas. El color se acostumbra a elegir dependiendo del color de la persiana, que puede ser por servirnos de un ejemplo cobrizo, bronce, gris, blanco o marfil. Estos dos últimos son los tonos más escogidos.
Se pone al final de una persiana y actúa como límite para eludir que se salga de las guías al enrollarlo o levantarlo. Se instala colocándolo en la parte inferior de la persiana, usando dos módulos a los dos lados y sujetándolos con el tornillo central.