es la acción de poner semillas debajo de la tierra sobre una superficie preparada para que germinen plantas, árboles o césped. Cada planta tiene sus estaciones favorables dependiendo de la temperatura, la humedad y la cantidad de agua.
Para hacerlo, se crea un agujero al arar la tierra con una pala o un rastrillo, donde se colocan las semillas. Posteriormente hay que regarlas para que crezcan.