es la acción de poner una superficie en una posición vertical u horizontal perfecta. Para hacer esto, se utiliza una herramienta de medición llamada nivel. Los dos tipos más comunes son de burbuja y láser. El nivel de burbuja tiene un pequeño tubo transparente, de plástico o vidrio, lleno de líquido con una burbuja de aire en su interior. Ya sea para medidas horizontales o verticales, la burbuja debe estar justo en el centro para que quede nivelada.
El nivel láser emite un llamativa luz de color proyectada en la superficie. Su núcleo es un cabezal giratorio con espejo orientable a través de tornillos o ingrávido con un único eje central para modelos autonivelantes. A diferencia de los regulables de burbuja o de tornillo, los autonivelantes no necesitan que el usuario los ajuste, puesto que marcan automáticamente la medida colocada sobre un trípode.