técnica utilizada para iluminar un objeto o lugar. Para esto se necesita una fuente emisora, como el sol en iluminación natural o una lámpara o un foco en iluminación artificial, así como un reflector, que crea un efecto u otro en función de los colores sobre los que incide. Los claros son los que mejor lo reflejan y crean sensación de luminosidad, mientras que los oscuros lo absorben.
Según la intención, es factible proyectar luz directa sobre un objeto para darle protagonismo u decantarse por una iluminación indirecta y más homogénea. los temperatura del color Se mide en grados Kelvin e indica si su tono es cálido o frío, por lo que oscila entre los 2700ºK y los 6500ºK respectivamente.