es el acción de poner una guía o apoyo a aquellas plantas que no se sostienen solas. Es el caso de las trepadoras, los árboles frutales y algunas huertas como las tomateras, los guisantes o los calabacines. Las estacas pueden ser varillas de bambú, varillas de metal plastificado, varillas de fibra de coco o estructuras en forma de trípode que son muy adecuadas para las plantas de tomate.
Solía hacerlo mantener los tallos en posición vertical favoreciendo la circulación de aire entre las hojas, evitando así la aparición de hongos. Al mismo tiempo, evita que las flores y frutos se ensucien y los protege de la humedad y la podredumbre.