es la acción de quitar los restos acumulados por combustión en chimeneas y estufas. Se trata de la desincrustación del hollín depositado en las paredes interiores y en los conductos de extracción de humos. Se realiza a través de un procedimiento mecánico, introduciendo cepillos u otros mecanismos que rayan las superficies donde se acumula la suciedad. Esta cae por gravedad y después se recoge y se retira.
Además se puede realizar un procedimiento químico introduciendo leños, pastillas o bolsas deshollinadoras que, tras su encendido, rompen el hollín acumulado en los conductos, para que se incorpore a los gases de extracción. Al barrer se obtiene un mejor circulación de gases y residuosse facilita la combustión y se evita la oportunidad de incendios por depósitos acumulados que puedan inflamarse.