Es la medida utilizada para medir la intensidad del sonido y otras magnitudes sonoras para el oído humano. Es la décima parte de 1 bel, unidad que recibe este nombre en memoria de Graham Bell.
La escala de medida de decibeles es logarítmica y relativa y siempre se hace respecto a una referencia que suele tomarse como la presión sonora más baja o umbral de audición que el oído humano es capaz de detectar, cifrada en 0 dB.
La sensibilidad del oído humano a la intensidad del sonido no es lineal, sino muy semejante a la logarítmica. Por tanto, en esta escala, a modo de ejemplo, el doble de decibelios no equivale al doble de presión sonora y no es lo mismo la diferencia de presión entre 40 y 50 dB que la diferencia entre 10 y 20 dB, aún cuando hay una diferencia de 10 en ambos. dB.
De esta forma, cuando una máquina emite 70 dB, no es un poco superior a una que emite 60 dB, pero proporcionalmente es una diferencia mucho mayor.
El nivel de presión sonora de una conversación normal puede ser de 50 dB, el del tráfico 80 dB o el de un avión despegando 120 dB. El umbral de dolor para humanos comienza en 110 dB y es muy peligroso a 140 dB y en cifras más altas puede inclusive causar la muerte.