Es un recipiente metalico cilindrico, con orificios en su superficie y pertrechado con un mango resistente al calor. Incorpora una válvula de ventilación que facilita la circulación del aire, de manera que favorece el encendido de las brasas.
Solía hacerlo encender el lignito de la barbacoa veloz y pulcramente. No es preciso remover ni soplar las brasas. Las pastillas de encendido se ponen sobre la parrilla de la barbacoa, se les prende fuego y se pon encima la chimenea de encendido con las briquetas. En veinte minutos adquieren un tono blanquecino y se transforman en brasas. En ese instante se vacía la chimenea sobre la parrilla.