Es un cerradura singular de superficie de alta seguridad para puertas metalicas. El espesor de la puerta debe fluctuar entre treinta y cinco y cuarenta mm. Es reversible, por lo que no importa en qué dirección se abra. Está listo para resistir ataques como forzamiento, desgarro, perforación, serrado o hundimiento. Además de esto, el tubo dispone de un sistema antibumping, antirotación, antiganzúa, antiextracción y antitaladro.
Se emplea en cuartos trasteros por su nivel de seguridad y por el hecho de que acostumbran a tener la puertas galvanizadas. La instalación requiere una broca de metal de treinta mm de diámetro y una broca de metal de nueve mm de diámetro.