es un dispositivo para calentar espacios como talleres, naves industriales, garajes o sótanos deshabitados. Para emplearlo es preciso conectarlo a la corriente eléctrica y no precisa mantenimiento ni emite gases. Asimismo se le conoce como calentador industrial.
Suele tener un IP-cuarenta y cuatro, nivel que garantiza su protección frente al polvo y salpicaduras de agua. Es portátil, por lo tanto puede moverse de un sitio a otro y no precisa instalación. Su gasto energético es mayor que el de otro género de calentadores.