Es un continuación de pequeñas esferas. En lugar de tener eslabones, está formado por bolas unidas por un cable de acero. Existen en múltiples colores y materiales como acero inoxidable o plástico.
Los usos más frecuentes para la cadena de bolas son unir los tapones de los lavatorios o fregaderos ellos para que no se pierdan. Para unirlas es preciso emplear unos terminales que unen las bolas al casquillo y al aro. Cuando la cadena no es de acero inoxidable se aconseja cambiarlo cuando el cromo de las bolas empiece a despegarse para eludir rupturas y una apariencia gastadas.