Se suele comprender como un complemento a un solo elemento, pero lo mejor es conocer bien los términos. El enchufe en sí consta de dos partes: la base del enchufe y el enchufe.
La toma de corriente es la parte hembra del conjunto y la que recibe la electricidad de la instalación. El enchufe está enchufado en él. Puede ser simple, de dos agujeros o aterrizado. Siempre se recomienda esta opción, puesto que la normativa exige que las tomas incorporen toma de tierra para la conexión de aparatos eléctricos o herramientas eléctricas.
Existen bases para empotrar en caja, semiempotrar o superficie. Estos últimos no necesitan ir alojados en ninguna caja, sino que se atornillan de forma directa a la pared. Las bases pueden ser compactas, con un solo elemento, o con diferentes partes: la propia base o el elemento de portabilidad eléctrica, la tapa y el marco decorativo. Existen tomas de corriente normales y reforzadas, especiales para hornos y vitrocerámicas.