es la acción de proteger una superficie o pintura dándole una capa de barniz. Las bases que reciben este tratamiento son diferentes, como la madera natural, usando previamente una masilla o imprimación, suelos, pinturas o metales.
Para llevarlo a cabo, es muy importante preparar y limpiar el objeto, para que quede libre de grasa y polvo. A continuación, aplicar las manos imprescindibles con brocha o rodillo, dejar secar bien y lijar previamente entre mano y mano. Su uso es apto tanto para interiores como para exteriores.