Es un protector para la madera contra la intemperie y los rayos UV. Evita que se deteriore con el tiempo. Aporta impermeabilidad y puede utilizarse para proteger puertas, ventanas o barandillas expuestas al exterior. Se presenta en diferentes tonalidades, como nogal, roble, blanco, castaño o wengué.
Antes de aplicarlo, la superficie debe estar preparada. En el caso de madera nueva, lijado y quitado el polvo. Si ya está barnizado, se lija suavemente con una lija fina y se quita el polvo. Sobre maderas pintadas o barnizadas en mal estado, se decapa hasta dejarlas crudas y posteriormente se lijan. Sobre la madera limpia y seca se aplica una mano con brocha o rodillo, en el sentido de la veta. Si se utiliza una pistola, agregue un 10% de agua. Se debe dejar secar durante 3 horas, pasar un bloque de lija fina y aplicar una segunda capa. En superficies muy expuestas, se puede aplicar una tercera capa para mayor protección.