Además conocido como barniz antideslizante, es un líquido a base de agua con micrograno sintético. Tiene un acabado incoloro satinado o semibrillante.
Se aplica sobre baldosas, suelos pintados, hormigón, piedra o suelos frecuentemente húmedos, de forma que se previenen los resbalones cruzando estas superficies. Se puede colocar tanto en interior como en exterior, aún cuando no es apto para bordes de piscina.