Son mantas, planchas o rollos de aislamiento térmico o termoacústico para revestir los conductos metálicos de las instalaciones. Con ellos se evitan pérdidas de calor o frío, así como problemas de ruido en las instalaciones de agua sanitaria de las viviendas o en los sistemas de calefacción de las viviendas.
Otro tipo de aislamiento de conductos son las corazas que se ponen en las tuberías de cobre de las casas, para evitar pérdidas de calor, evitar heladas o evitar ruidos molestos.
Los materiales utilizados para el aislamiento de conductos generalmente son lana de roca o de vidrio, así como polietileno expandido o espumas de caucho.