Es un líquido incoloro obtenido de la destilación de la resina de pino y abeto. Se utiliza como diluyente de pinturas o barnices, para borrar manchas de grasa en aceras o automóviles y para limpiar los cepillos utilizados en la decoración con esmaltes sintéticos.
Para borrar la suciedad de una superficie, debe aplicar y dejar actuar un rato, después de lo cual se debe enjuagar con agua. Si el olor es desagradable, se puede borrar con alcohol. Al ser un producto nocivo, no debe desecharse en desagües o alcantarillas, sino que debe depositarse en un punto específico o verterse en un recipiente para su reutilización. Una vez que se asienta, la suciedad baja, por lo que la superficie queda limpia.